miércoles, 17 de marzo de 2010

A propósito de integrar las funciones: Investigación, Extensión Universitaria y Postgrado de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda. Coro, Venezuela



Eudes Navas Camacho

La Investigación es una actividad permanente, inherente al ser humano y en la universidad venezolana una función académica de ley. Es parte de un discurso social y se somete, entonces, a las circunstancias que abundan y tiñen la sociedad donde esa investigación se desenvuelve. Están igualmente sujetas a esas presencias intangibles y concretas que habitan en la sociedad la Extensión Universitaria y la actividad de Formación de Talentos y Pericias en Investigación y Desarrollo Académico Complejo, la que hemos venido conociendo como Postgrado, todas ellas tienen el carácter de la sociedad donde están.

En el caso específico de la Investigación, es esencialmente humano tratar de hacerse de los porqué, los cómo, los dónde, los cuántos, los qué y, este tratar de hacerse, se nutre de las propias experiencias y a su vez de los intercambios con su mundo humano y disciplinario. La entereza de sus resultados tendrá también la entereza de ingredientes.

Este enfoque nos conmina a desmenuzar la discusión por el lado del discurso científico. Lo haremos de manera sencilla. En esta discusión nos encontraremos con la postura positivista, de larga data en el emplazamiento físico del quehacer de la ciencia y la disciplina de investigar. Aquí tendremos que mostrar esa postura cosmogónica que se le impuesto al mundo, a la humanidad, a la ciencia y a la investigación.

  1. En el discurso del positivismo las categorías ciencia e investigación tienden a gemelarse convirtiéndose en un signo lingüístico de transferencia; las asociaciones sujeto/acción más la ignorancia estructural -inducida por la misma sociedad del conocimiento- permite este tipo de simplificaciones;

    • El discurso positivista es parte de la sociedad vieja, de la sociedad que aprecia la depredación y abusa de la naturaleza íntegramente.

    • Un códice religioso: Lo bueno o lo malo, selección simple impuesta por élites de poder enajenadas de la dimensión social.


  1. En el discurso socialista, por su parte, las categorías ciencia e investigación tienen su espacio y su esencia específica, gracias a que el producto de ellas tiene sentido en la pertinencia histórico social y en la concreción de los equilibrios que se propician para la suprema felicidad social.

    • El discurso socialista mana si damos oportunidad a la complejidad del pensamiento científico y a la inclusión abierta y honesta de todos y todas en la investigación;

    • Para el socialismo la fuente primaria de información que libera los pueblos está en la Investigación; sigue paralelo a ella la generación de los sujetos sociales con talento, con sentido constructivo, reflexivo y obrador del conocer y la transferencia fiel de sus resultados y procesos generativos.

La situación hoy es que aspiramos una investigación socialista pero estamos genetizados en el linaje victoriano que impregnó a la universidad venezolana e ineludiblemente a nuestra Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda de un pensamiento y acción excluyente, bien en lo concerniente quienes investigan, bien en los que se forman para ello. Asimismo están las estructuras y comunicaciones esenciales de la ciencia y la investigación, en plena sintonía con el dogma del oscurantismo gracias al método. No significa que seamos malos investigadores o que la formación y pericia no sea de calidad, no es eso, significa que el todo existente en el quehacer investigativo es favorable al poder que excluye y explota, el imperialismo Mater.

Esta reflexión parte de que tenemos la tintura del quehacer científico – investigativo de la sociedad positivista como base y por mucho otro color que le apliquemos, siempre la base será la misma. Pero eso no tranca el infinito de posibilidades de progresar sin ser lo mismo. Si la órbita que tomamos no es la misma no tenemos porque ir detrás de nada o en contra de algo. Orbitamos hoy en el infinito de posibilidades que da nuestro centro vital la Patria, el energizante pueblo, más el socialismo como algoritmo recursivo que lleva en sus problemas la construcción sencilla y útil de las soluciones que sirvan a todos y evite los ciclos y vicios que solo producen pérdida de tiempo y usos indignos de la vida.

La revolución en la sociedad es para avanzar; la ciencia y la investigación, como el resto de funciones académicas, son para dejar el punto de deflexión ordinario donde se estancan las cosas. Hacer rutas y labores para construir el devenir tiene su propia naturaleza, mientras y de seguidas, abrimos soluciones pequeñas para salir del atolladero revolucionando.

La estructura actual del Área de Investigación hace difícil administrar, intermediar procesos y recursos, estimular más investigaciones, captar voluntades y generar nuevos talentos, mucho menos permite excitar entusiasmos y soberanía para el intelecto creador/innovador. Es el cascarón de un diseño infuncional de siempre y desde el punto de vista tecnológico es obsoleto, lo único que mantiene es un nivel de consumo muy alto, poca producción, no tiene edad, ni se le puede calcular sus costos reales. La certeza es que se va de mal en peor y luego no reconoce para si sus propios logros donde a penas los consigue.

El talento, la tecnología y la innovación se imponen como salida orgánica a este estancamiento investigativo en la UNEFM. Tecnológicamente hay que diseñar una instancia operativa, con sentido de conjunto y plasmáticamente inteligente. Esta vez entendiendo que la investigación es el orto de los procesos académicos; que lo importante es la aproximación determinada, contingente y a la vez estructurada de obtener lo que la realidad de su esencia inescrutable desplaza para ser observable.

Los desarrollos de lógicas, razones, teorías, aplicaciones y pruebas, otra vez más investigación, más preparación y desarrollo de talentos serán las acciones contiguas que son necesarias por secuencia matemática. Allí encontramos la docencia, la extensión y los postgrados, que no son nunca secundarias o accesorias, sino parte del complejo académico secuencial, que en su momento tendrán que abanderar acciones, momentos y procesos. Asumido así la no entropía se agregaría al plasma inteligente que aspiramos en el desarrollo de la nueva fuerza investigativa.

El signo del devenir es hacer, trascender al método y al discurso antiguo del moderno sobreviviente de la revolución industria que aun sigue de derrotero. El discurso es de trabajo y entusiasmo conjuntado con talento y nuevos valores. Los códigos también han de surgir a propósito de privilegiar la acción de búsqueda y la construcción de usos transferibles y de propiedad colectiva, por allí se viene una sociedad de los que transforman la realidad a partir de sus labores. El devenir es lo que viene por lo que estamos haciendo ahora. Aquí se concreta la revolución y no es un decir de altavoces.


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